En relación al artículo publicado en La Voz de Lanzarote
Enhorabuena. Nunca es tarde si la dicha es buena.
Tampoco será tarde y la dicha será buena cuando se haga un ejercicio de autocrítica y se reconozca que la responsabilidad que los comités de empresas y los sindicatos mayoritarios han tenido y tienen en la situación que padece el colectivo de camareras de pisos.
En primer lugar, por la inacción en la que llevan años los comités de empresas en el sector de hostelería, constituidos en procesos electorales viciados y modelados a interés del aparato sindical y de la propia empresa. Procesos donde los y las propias trabajadoras se les ningunea asistiendo a las convocatorias como meros espectadores de gallinero y cuyas listas electorales son confeccionadas a «dedo» a conveniencia de la nomenklatura del sindicato y de los liberados y liberadas de turno que no quieren perder el estatutus al que se han acomodado, con el fin de mantener ese mismo aparato por medio de las subvenciones garantizando también el estatus de sindicato mayoritario; estatus que le garantiza esa anticuada , obsoleta, antidemocrática y discriminatoria, «Ley Orgánica de Libertad sindical», que en términos parecidos y al igual que la Ley electoral está diseñada para fomentar el «bisindicalismo» como garante de la sacrosanta y poco o nada equitativa, «estabilidad laboral» que con el tiempo se ha convertido en la sumisión de los y las trabajadoras al criterio y dictado de la patronal.
Es cierto que no vivimos momentos álgidos de participación, pero es obligación de los sindicatos fomentar vías de participación, mediante prácticas democráticas por muy difícil que sea el reto. Llevamos años nadando contra corriente, esto debe ser parte de nuestra cotidianidad.
Dentro de algo más de año, tiene la parte social de la Comisión paritaria, la oportunidad de oro cuando se firme el nuevo Convenio Provincial de Hostelería de Las Palmas y donde se pueda introducir medidas de control efectivas de las cargas de trabajo, abriendo un debate en las empresas entre todos los y las trabajadoras afectados para confeccionarlo e introducir los retoques necesarios en el articulado y que no quede una vez más en un simple texto de copia y pega el anterior con rebajas cuatrimestrales.
Democracia ¡sí!. En la economía y en las empresas.
Juan Luis Jimenez Camilleri Miembro de la Coordinadora Nacional de Sindicalistas de Canarias
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